A una semana del cierre de la temporada 2015-2016, que partió en octubre, ya la industria de cruceros internacionales en Chile rompió todos los récords en su historia: Creció cerca de 35% en comparación con el periodo anterior, y alcanzó 414 mil visitantes en 217 recaladas.
«Es la mejor temporada de la historia de este tipo de turismo», afirma el presidente del directorio de la Corporación de Puertos del Conosur, Ignacio Covacevich. Además, este periodo se extendió por siete meses, pues los primeros barcos llegaron a inicios de octubre.
El retorno a aguas chilenas de la gigante estadounidense Norwegian Cruise Line fue decisivo en el repunte de esta temporada, dice Covacevich, quien atribuye el nuevo escenario a la rebaja de impuestos de faros y balizas y al fin de la prohibición de operar casinos de juegos en los barcos. «Y también a la promoción internacional que estamos haciendo del destino», recalca.
Atrás quedó el duro verano de 2011, cuando la recalada de estos grandes transatlánticos en puertos chilenos cayó un 40% y tocó fondo, tras sucesivos retrocesos desde 2008.
«Ha sido la temporada más exitosa y extraordinaria», coinciden en Arica Iván Silva, gerente de la empresa portuaria, y en Puerto Montt Carlos Stange, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo.
El último barco de la temporada, el Norwegian Sun, zarpó anoche desde Punta Arenas, a donde había llegado procedente de Ushuaia, y terminará su track en Arica.
«Embarcamos en Buenos Aires y me bajo en Valparaíso. Hemos disfrutado mucho el paso por el canal Beagle, ver los glaciares y las montañas nevadas», cuenta la costarricense Flor Arias, quien bajó en Punta Arenas para ver la ciudad.
Y aunque algunos se quejan, «el turista de ahora no es el mismo de antes. Uno le dice ocho dólares, y él da cinco», dice Óscar Manzo, artesano en Punta Arenas.
Las cámaras de comercio y turismo estiman el gasto promedio diario de los visitantes en US$ 80 en Arica y unos US$ 120 en Puerto Montt, «lo que es un gran impulso a la economía local», afirma Stange.
Respecto de la próxima temporada, Covacevich muestra optimismo, porque en el mundo este año el negocio crecerá entre 3 y 4%.
Pero, a su juicio, «para que en Chile se desarrolle es vital liberar el cabotaje que ampliaría el público potencial, muy focalizado hoy en personas mayores de 65 años, que disponen de 15 días para abordar en Buenos Aires y bajar en Valparaíso, o viceversa». Esto, para naves de más de 400 pasajeros, porque «queremos proteger a la industria naviera nacional, que ha hecho grandes esfuerzos».
Mientras, en las zonas de puertos buscan singularidades, productos muy exclusivos, lugares únicos, que les permitan aparecer en el mapa de las rutas de estos gigantes.
fuente: economiaynegocios.cl