Ni más ni menos que la salida de un ministro en Ecuador y la necesidad de que interviniera el propio Presidente de la República de ese país, Rafael Correa, en el conflicto.
Así puede resumirse lo que ha ocurrido en los últimos días con un proceso de licitación del puerto de Manta en ese país, en un impasse interno, pero cuya consecuencia -al menos en primera instancia-, fue que la firma chilena Agencias Universales (Agunsa) se retirara de dicho proceso, en el que estaba participando para intentar adjudicarse la operación de ese terminal portuario de Ecuador.
La compañía chilena, ligada en propiedad al grupo Urenda y a otros accionistas, estaba participando desde hace meses de este proceso, que busca que un inversionista se haga cargo de un plan de modernización del puerto de Manta por unos 40 años, comprometiendo una inversión mínima durante dicha concesión de US$ 175 millones en dos fases, y con pagos al Estado bajo un canon anual fijo, más otro variable.
Hasta hace unas dos semanas, Agunsa figuraba como la única oferta presentada, pero las entonces autoridades a cargo del proceso decidieron postergarlo por 60 días, aplazando la fecha de cierre, que estaba prevista para septiembre. Fue ahí cuando, según fuentes conocedoras, el grupo chileno manifestó su molestia, se retiró del proceso y decidió incluso sacar los 14 cajones llenos de documentos que habían entregado a las autoridades. Porque la postergación había sido tomada de manera inconsulta, sin comunicársela a la firma chilena, y las autoridades a cargo de la decisión habían asegurado que Agunsa no se retiraría del proceso, lo que resultó no ser efectivo, pues no se había hablado con ellos.
Toda esta situación fue conocida por el propio Presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien directamente tomó cartas en el asunto. Según quedó plasmado profusamente en la prensa ecuatoriana en estos últimos días, el ministro de Transportes y Obras Públicas, Walter Solís, terminó renunciado, argumentando situaciones y motivos «personales», lo que se hizo público el pasado jueves 22 de septiembre en Ecuador.
El propio Mandatario profundizó en lo sucedido. «Me enteré por los periódicos que han dado 60 días», dijo, señalando que eso causó el retiro de Agunsa y que pese a haberlo hecho de manera cortés, por medios informales habían expresado la falta de seriedad del país. «Con dolor lo digo, tiene toda la razón. Eso le ha costado el puesto al ministro de Transportes y Obras Públicas, mi querido amigo Walter Solís, porque es un error imperdonable», dijo Correa, según reprodujo el diario El Telégrafo en su edición del sábado 24 de septiembre.
En otros medios, se recogieron más impresiones del Mandatario, que apuntaban a que toda esta situación tenía un trasfondo: que hay ciertos grupos económicos que buscan seguir manejando el puerto y que no quieren que se concesione.
En el cargo asumió un nuevo ministro, Boris Córdova, que venía de desempeñarse como viceministro de Infraestructura. La autoridad portuaria también sufrió un recambio, pues a partir del 13 de septiembre asumió un nuevo gerente en la Autoridad Portuaria de Manta (APM), según explicaron a «El Mercurio» en dicha repartición.
Esta entidad anunció este miércoles un nuevo cronograma para el proceso, que considera una nueva fecha de entrega de ofertas para el 7 de octubre -es decir, solo una semana de postergación y no los dos meses de prórroga que desató el conflicto-, y para el 14 de diciembre como fecha para la firma del contrato definitivo.
No obstante que el cambio introdujo también un alza del canon fijo mínimo para el Estado -de los US$ 250 mil anuales, ahora son US$ 280 mil-, fuentes al tanto explicaron que Agunsa volverá al proceso y se presentará el 7 de octubre con su oferta.
A través de un comunicado emitido por APM -ahora dirigido por el gerente José Miguel García-, se precisa que «este cronograma garantiza la continuidad del proceso» y que se invita «a todas las empresas nacionales y extranjeras a participar en este concurso», dice el documento. Además se añade que «la empresa adjudicataria deberá establecer una política de gestión que reactive la economía y el desarrollo comercial del puerto al recibir cargas contenerizadas, que al momento son nulas».
fuente: economiaynegocios.cl