Consejos para la implementación de una cadena de abastecimiento enfocada a la demanda

En múltiples organizaciones, la cadena de abastecimiento se encuentra aislada y fuera de las áreas de contacto con el cliente, lo que les impide estar listas para atender las necesidades y ajustarse a la demanda de los consumidores finales.

Sin esta transparencia, ni las áreas internas de la compañía, ni los proveedores pueden recibir las señales del mercado rápidamente, lo que les puede significar que no podrán reaccionar a cambios en los patrones de demanda, promociones o productos agotados. En ocasiones la alternativa natural consiste en incrementar los niveles de inventarios, lo que implica mayor inversión en capital de trabajo.

De acuerdo con un estudio realizado por KPMG Internacional “Demand-Driven Supply Chain 2.0″, las empresas han empezado a entender la importancia que tienen sus cadenas de abastecimiento, especialmente si están enfocadas en la demanda, gracias a los diferentes beneficios que pueden obtener, como por ejemplo: mejora en los niveles de ventas entre el 1 % y el 4 %, reducción en los costos operativos y de logística entre el 5 % y el 10 %, o reducción de los niveles de inventario entre el 20 % y el 30 %.

Datos reveladores de este estudio permiten identificar que el objetivo de las cadenas de abastecimiento enfocadas a la demanda se fundamenta en organizar la operación para satisfacer las necesidades del cliente, lo que implica un conocimiento previo del consumidor final y poder reflejar estas necesidades al interior de la organización.

De acuerdo con la visión de KPMG, los retos que podrían afrontar las cadenas de abastecimiento que buscar enfocarse en la demanda son:

·Alineación de la cadena con la estrategia del negocio: organizar los procesos internos de ventas, producción, inventarios, compras, logística, desarrollo de productos y finanzas para poder responder de forma integral a las señales que nos arroja el mercado. Esto implica repensar la forma en que se ejecuta la planeación en la empresa y los modelos de distribución con foco a mejorar la experiencia del cliente.

·El ojo que todo lo ve: pronosticar la demanda eficientemente, es un reto para las organizaciones, especialmente con el alto volumen de información que se puede llegar a tener (software especializado, redes sociales, bases de datos en hojas de cálculo, etc.), ni tampoco es fácil tener una visibilidad clara de los proveedores e incluso de los proveedores de los proveedores. La inversión en herramientas digitales y de análisis de datos toman particular relevancia con el fin de lograr una mayor visibilidad de toda la cadena.

·Flexibilidad y agilidad: las organizaciones flexibles pueden hacer cambios dentro de los procesos normales de trabajo (ej. producir más piezas en el mismo tiempo), pero las organizaciones ágiles pueden cambiar su sistema de operación de forma sustancial (ej. empezar a producir una nueva pieza en un nuevo lugar). Con este cambio en el ambiente, ganan quienes puedan ser ágiles en transformar su producción de grandes lotes a volúmenes menores; como por ejemplo, hacer manufactura local para estar más cerca al cliente y colaborar con proveedores para suministrar eficientemente nuevos componentes.

·Enfrentar realidades locales y globales: los costos pueden verse afectados por los impuestos, aduanas, licenciamientos y costos de comercio exterior, entre otros, que generan una modificación en los precios de transferencia y al consumidor final. Cuando se considera una cadena de abastecimiento eficiente en impuestos, estos aspectos tienen un impacto significativo sobre la decisión de dónde se localizarían ciertas actividades; no considerar dichos aspectos puede llevar a la pérdida de rentabilidad de la compañía.

·Reconocer diferencias entre clientes: diseñar y operar cadenas de abastecimiento diferenciadas con el fin de generar un valor al segmento de clientes, debe obedecer a patrones específicos de demanda y de capacidades de manufactura o suministro. El punto de partida siempre debe ser el cliente, en segundo lugar el mapeo de modelos de demanda a nivel de ítem (SKU) y por último el diseño de la cadena que debería aplicar.

Según el estudio de KPMG, aquellas compañías que han logrado implementar en su cadena de abastecimiento un enfoque liderado por la demanda, tienen las siguientes características: poseen un ciclo de experiencia al cliente, ajustan continuamente su operación para servir a requerimientos dinámicos de los clientes, alinean su cadena con el negocio de forma integral, colaboran con todos los stakeholders de la cadena, adoptan agilidad y flexibilidad para adaptarse a condiciones de mercado.

Por último, lo importante de iniciar el proceso hacia una cadena enfocada a la demanda, es identificar por dónde empezar; en algunas compañías, el primer reto puede ser integrar sus propias áreas funcionales, en otras será la integración con clientes y proveedores, y en otras la implementación de herramientas.

Contenido elaborado por: Daniel Vargas Loza, Director Regional Hub Supply Chain y Operaciones LATAM KPMG en Colombia

fuente: radiosantafe.com