En los años 60, nadie podía imaginar que en 2018 el comercio electrónico tendría un peso tan importante como el que tiene. La tienda física (la tienda de toda la vida, donde un dependiente atiende a los clientes) ha ido perdiendo peso durante la era tecnológica e informática, aunque sigue siendo mayoritaria respecto a la tienda online.
El comercio electrónico es la compra-venta de bienes y servicios a través de Internet. Supone una nueva modalidad de compra, donde no es necesario asistir a un local comercial para obtener un producto que queremos, ya sea un móvil o una prenda de vestir. La tienda online ha experimentado una gran transformación desde que empezó a funcionar. Si nos fijamos en grandes empresas que venden por Internet, como Amazon, EBay o Alibaba, sus cambios han sido brutales. Centrándonos en Amazon, desde su nacimiento en 1994 dedicándose a la venta de libros, ha conseguido expandirse a otros productos físicos y digitales, siendo una de las empresas más importantes de comercio electrónico en la actualidad. Amazon es un fiel reflejo de la importancia de Internet en el comercio actual: su actividad es exclusivamente online (salvo alguna tienda física que posee la empresa) y el potencial alcanzado (situándose como la marca más valiosa del mundo en 2018, según el estudio “Global 500 2018”, elaborado por Brand Finance, una consultora especialista en evaluar marcas) ha sido gracias a unas buenas herramientas que la compañía ha gestionado en Internet.
La importancia de vender a través de Internet también se refleja en otra empresa: Ikea. Esta empresa dedicada a la venta de muebles, artículos de decoración y accesorios para el hogar, también ha aumentado su actividad online. En España, durante el ejercicio 2017-2018, un 5,2% de las ventas fueron online, según anunció la filial sueca. Esto nos demuestra que la importancia de la tienda física sigue siendo algo primordial. Pero el dato más destacable es el siguiente: el aumento de las ventas a través de la red ha sido de un 50% respecto al ejercicio 2016-2017, según los datos anunciados por Petra Axdorff, responsable de Ikea en España, lo que nos sugiere que el peso de la tienda online sigue aumentando. Además, datos sobre España nos dicen que una de cada cuatro Pymes vende online, y sus porcentajes de venta también aumentan año tras año.
Las agencias de viajes también están notando la influencia del comercio electrónico en sus actividades, y su principal enemigo tiene nombre: Booking. Booking es una plataforma online que ofrece reservas de hoteles. Actúa únicamente a través de Internet, y durante los últimos 10 años ha experimentado una extraordinaria evolución a pasos de gigante, situándose como el principal buscador para reservar hoteles a través de la red.
Con todas las evoluciones mencionadas anteriormente de la tienda online, ¿llegará el fin de la tienda física? Es muy difícil saber lo que pasará mañana, pero sí que podemos destacar cuáles son las ventajas de cada tipo de tienda. La modalidad online presenta muchos beneficios para las empresas. Por un lado, éstas no dependen de las personas que vayan al lugar físico de la tienda, sino que pueden dirigirse a más clientes. Además, Internet permite vender al mundo entero, lo que supone nuevas oportunidades de negocio y una mayor diversificación de productos (no es necesario mantener en stock todos los productos). Y no nos olvidemos de algo muy importante en cualquier negocio: los costes, que se verían disminuidos en la venta online. La tienda física también tiene su serie de ventajas. En primer lugar, permite al cliente comprobar la calidad del producto, tocarlo y probarlo. Y por último, la tienda física es necesaria para vender productos que por su gran complejidad o sus características tienen una gran dificultad para ser comercializados de forma online.
Las personas tienen diferentes visiones sobre los tipos de tiendas que prefieren para realizar sus compras. Una encuesta realizada en 2015, denominada Digital Shopper Relevancy, reflejaba las opiniones de las personas sobre las nuevas formas de vender. Los usuarios siguen prefiriendo la tienda física: el 72% de los encuestados piensan que es importante la tienda física. Sin embargo, el 67% de los encuestados opinan que la tienda online es importante. Además, en el futuro la mitad de ellos afirman que gastarán más de forma online.
El comercio electrónico es una buena noticia para las empresas ya que pueden aumentar sus cifras de negocio y es una vía extra para acercar sus productos a cualquier lugar del mundo. Pero no podemos olvidar la importancia del negocio físico, ya que la mayoría de las personas siguen prefiriendo esta forma de compra. Por tanto, parece difícil pensar que la tienda física vaya a desaparecer, pero sí es verdad que la tienda en línea está ganando mucho peso durante estos últimos años. La clave se encuentra en compatibilizar y unir la presencia física y la venta a través de la red. Cualquier empresa del mundo debe plantearse la necesidad de crear su tienda online o realizar comercio electrónico para poder mantenerse en el comercio mundial.
fuente: lacerca.com