La Región de Coquimbo destaca por conjugar diversas actividades productivas que buscan alcanzar una competitividad dentro del país y fuera de sus fronteras. Para ello el desarrollo y crecimiento de la actividad portuaria es una pieza esencial, pero lamentablemente la falta de inversión en infraestructura que consolide este servicio y la paralización del proyecto de modernización planteado por la concesionaria Terminal Puerto Coquimbo (TPC), a causa del terremoto y tsunami del año 2015, hacen distinguir un difuso panorama que a la brevedad debe ser clarificado para retomar la senda productiva regional.
Cabe recordar que el evento natural acontecido originó que el puerto quedara funcionando con sólo uno de sus dos sitios de atraque, derivando esto de igual forma en una serie de daños que causaron la reducción en su operatividad en el orden de un 45%, cifra acordada entre la Empresa Puerto Coquimbo (EPCO), administradora del borde costero, y la concesionaria TPC, recién en el mes de febrero de este año y tras la realización de una serie de estudios que aún no concluyen.
No obstante, ya se inició una serie de tramitaciones administrativas y legales para definir quién financiará la reconstrucción requerida, considerando la existencia de seguros comprometidos en beneficio de EPCO. Pero la urgencia por contar con el recinto habilitado en el corto plazo es mayor, por lo cual TPC informó que iniciará este proceso durante las próximas semanas y con su financiamiento, a la espera del reembolso que le haría EPCO tras liquidar la póliza de seguro existente con la aseguradora PENTA.
Sin embargo, todo este proceso se ha dilatado bastante después del evento sísmico, tras originarse claras diferencias de interpretación del contrato de concesión existente entre EPCO y TPC por 20 años y a contar de 2012, que permite definir las responsabilidades que deben adoptar cada una de las entidades. Así, dar término a estas diferencias permitirá recuperar la capacidad portuaria y definir los futuros pasos a seguir en pos del desarrollo y la competitividad de la región, que claramente debe ponerse a nivel internacional a la brevedad.
Esto se sustenta en los problemas originados por la falta de capacidad portuaria tras el terremoto y tsunami, que obligaron, por ejemplo, a suspender en gran parte la temporada de exportación frutícola del año 2015 en la región, que de 74 mil toneladas de frutas y hortalizas frescas transportadas durante el periodo, cayó a sólo 15 mil toneladas. Pero esto además acarreó una serie de gastos extras a los productores locales, que debieron recurrir a los puertos de San Antonio y Valparaíso para poder enviar sus cargas. Por otro lado, algunas empresas mineras suspendieron sus envíos.
Así, la falta de competitividad portuaria regional es una realidad actualmente y que dista bastante de las exigencias de las diversas actividades productivas existentes, dejando a Coquimbo por debajo de la infraestructura que ofrecen otros puertos a nivel país y mundial, donde se vislumbra una serie de desafíos ante el aumento del tamaño de los navíos y las transferencias de carga, además del transporte de los productos por medio de containers, como el cobre metálico y la carga hortofrutícola.
No obstante todo lo señalado, desde que asumió la concesión portuaria, TPC ejecutó obras de infraestructura y la modernización de equipos para una operación más eficiente, que aunque presentaron inconvenientes el año 2015, lograron transferir 720 mil toneladas de carga. Pese a ello, las proyecciones son auspiciosas para el año actual, donde se espera movilizar un millón de toneladas de transferencia.
Reconstrucción
Como se indicó, el terremoto y tsunami impactaron de lleno en la actividad portuaria, haciendo necesarias acciones en el corto plazo para rehabilitar el dañado sitio II de atraque y normalizar el funcionamiento del recinto. Ante ello, comenzaron las coordinaciones entre EPCO y TPC, de las cuales concretamente se avanzó en definir durante febrero pasado el porcentaje de pérdida de operatividad, que permite dar paso a gestionar el cobro de la póliza de seguro comprometida, que según información obtenida por diario El Día, alcanzaría los US$20 millones, para cubrir una cifra de daño portuario que aún no se fija y que podría estar entre los 10 y 15 millones de dólares.
A días de ocurrida la emergencia del mes de septiembre del 2016, EPCO y TPC sostuvieron reuniones para dar paso a obras de reparación para rehabilitar el puerto a la brevedad, no llegando a una decisión definitiva. Esto, al tener que clarificar las acciones a adoptar mediante una serie de estudios técnicos del frente de atraque dañado que estaban en marcha, y que permitieran definir las obras temporales y definitivas a implementar.
Sin embargo, en octubre, EPCO entregó un estudio a TPC denominado “Asesoría De Ingeniería para la Reconstrucción Post-Terremoto 16S, Infraestructura, Edificios y otros del Puerto Coquimbo”, en el cual se recomendaban los pasos a seguir para rehabilitar la operatividad del sitio II de atraque. No obstante, TPC, por intermedio de su gerente general, Rodrigo Trucco, señaló que “nosotros también ejecutamos nuestros estudios y hemos cumplido con el contrato de concesión e inclusive más, ya que se ejecutaron mejoras para enfrentar la emergencia. Ahora lo que se propone es la reconstrucción, que tenemos un plazo de 36 meses para ejecutarla. Sin embargo, nos tardaremos 14 meses a contar de la emergencia, para estar operando con normalidad para la temporada de la fruta en el mes de noviembre”, señaló.
A partir de esto último se generan diferencias con EPCO, donde desde el principio plantearon como premisa que las obras de emergencia, temporales o tendientes a la pronta rehabilitación del puerto, estaban previstas en el contrato de concesión, como obligaciones del concesionario e insertas en las obras de mitigación a ejecutar ante un evento de fuerza mayor y en el corto plazo, que ya hubieran permitido recuperar el sitio II del puerto. Lo cual, indican, son distintas a las obras de reparación definitivas que conllevan el mencionado plazo de 36 meses. Todo lo cual es discutible en el documento pactado entre las entidades.Ya en diciembre del año 2015, TPC presentó el “Proyecto de Reparación y Reconstrucción del Frente de Atraque Multipropósito del Puerto de Coquimbo” con una visión integral, donde por un lado se incorpora la reconstrucción portuaria tras la emergencia, pero también se contemplan modificaciones a una de las obras de obligación contractual, que era la construcción del sitio III de atraque. Esto fue refutado por EPCO, desde donde indican “que las propuestas deben ser analizadas por separado, y no condicionar ambas propuestas a su aprobación conjunta para ser ejecutadas”, señaló Claudio Ormeño, actual gerente general de EPCO
En este escenario, mediante una misiva enviada por EPCO a TPC en el mes de febrero pasado, a la cual tuvo acceso diario El Día, se concluye que “reiteramos la insuficiencia de medidas adoptadas por TPC para rehabilitar la operación normal del puerto… en especial en cuanto a las obras de mitigación necesarias para rehabilitar el frente de atraque, para que esté en condiciones de operar la próxima temporada de exportación de frutas”.
Además, del mismo documento se desprende que “un pronunciamiento serio y concreto de TPC resulta fundamental para terminar con el estado de incertidumbre que genera la normal operación del puerto. Y en el proceso de liquidación del seguro, la demora en ejecutar las obras y sus estudios previos, lo cual perjudica el interés de nuestros clientes e impide proyectar la futura demanda operacional”.
Lo anterior fue respondido por el gerente general de TPC, Rodrigo Trucco, quien se refirió a las gestiones realizadas ante EPCO para avanzar en la recuperación portuaria, cuyo proceso estuvo marcado hace unas semanas por la salida del anterior gerente de la institución pública, Francisco Villalón, y quien encabezaba el directorio, Jimena Castillo.
“Creo que hemos sido responsables con nuestras acciones y respetado el contrato de concesión. Con la emergencia dejamos de percibir importantes ingresos, y además tuvimos que incurrir en una serie de gastos, más la realización de varios estudios para conocer el estado del puerto, que están por finalizar íntegramente. Ya hemos gastado cerca de US$1 millón en obras de emergencia y análisis, y esa es la senda que hemos tenido como empresa que está interesada en que el puerto de Coquimbo crezca y se desarrolle en todo aspecto”, señaló Trucco.
El gerente general de la concesionaria portuaria, además entregó plazos respecto al proceso de recuperación de la infraestructura portuaria, y aseguró que “está casi terminada la ingeniería de reconstrucción y esperamos que las obras comiencen en algunas semanas. Sabemos que existe incertidumbre por parte de los gremios exportadores, pero ya les aseguramos que tendremos los dos sitios de atraque habilitados para recibir la temporada de la fruta”.
Además, Trucco afirmó que la Empresa Portuaria de Coquimbo está realizando las gestiones para recuperar dineros del seguro y en ello confían, “estamos conscientes de que el tema de los seguros no es para nada rápido, pero no por eso dejaremos de reconstruir con nuestros recursos, mientras el proceso continúa”, expresó.
Si bien la situación se veía compleja entre la empresa pública y la concesionaria portuaria para llegar a acuerdos, hoy se está avanzando con el afán de lograr el trabajo conjunto de EPCO junto a TPC para avanzar en el desarrollo portuario, tal cual indicó Claudio Ormeño, gerente de la primera entidad mencionada, al consignar que “existe el compromiso de habilitar el sitio dos del puerto para la temporada de la fruta, mientras que las tramitaciones para el cobro del seguro están avanzando. Hoy sólo falta que se complete la revisión por parte de la compañía aseguradora de todos los antecedentes que entregamos, de los cuales nos faltan algunos documentos; por otra parte, el contrato con TPC está vigente y no habrá multas, ya que se logró formar una mesa de trabajo para destrabar y avanzar en la recuperación portuaria que es nuestro horizonte”, concluyó.
Debate centrado en los proyectos de reconstrucción
El contar con la infraestructura portuaria adecuada para enfrentar los nuevos desafíos existentes a nivel internacional es prioridad, y para ello es necesario ejecutar una potente inversión, lo cual está dispuesto a realizar TPC.
Cabe recordar que en el contrato de concesión portuaria, una de las obligaciones de la concesionaria era ejecutar la construcción de un tercer sitio de atraque dedicado principalmente a la exportación de graneles minerales, mediante la ampliación de la explanada y la construcción de un muelle mecanizado sobre columnas de grava, para no intervenir con dragado el fondo marino; proyectando esto una inversión de US$ 90 millones.
Esto estuvo bajo el análisis del Servicio de Evaluación Ambiental regional, pero tras el terremoto y tsunami del año 2015, TPC propuso generar un mejor proyecto de ampliación y modernización portuaria, aumentando en 10 años la actual concesión, lo que afirman permitiría dar mayor competitividad al puerto de Coquimbo. Pero para que ello ocurra, se hace necesaria la aprobación de EPCO y la modificación del contrato pactado el año 2012, lo cual hoy sería la piedra de tope a superar.
Rodrigo Trucco puntualizó que es determinante para la región lograr un desarrollo portuario que le permita competir con otras regiones del país, y a nivel internacional. “Debemos considerar que la realidad portuaria exige de mejores instalaciones, y es lo que proponemos para poder recibir navíos de mayor tamaño y con cargas de containers, lo cual es la mejor opción existente al día de hoy. Sabemos que se requiere una modificación contractual para ello, pero es algo que se basa en voluntades, y llamamos a considerar que cuando el puerto se licitó, fuimos los únicos oferentes, que ahora proyectamos invertir US$ 115 millones”, precisó el gerente general de TPC.
Esto si bien puede ser analizado por EPCO, hay detalles contractuales y jurídicos que deben considerarse en su momento, como lo es el Principio de Igualdad del Oferente, “que se establece en una propuesta pública, como regla general, para la celebración de los contratos administrativos, donde se establecen los principios de libre concurrencia de los oferentes y de igualdad ante las bases que rigen el contrato”, detalló el abogado Luis Fuentes. Este es uno de los factores que entrampan un cambio en el contrato de concesión, ya que no generaría igualdad de competencia entre los oferentes, como se hizo inicialmente al licitar el puerto.
Sin embargo, el gerente de EPCO, Claudio Ormeño, afirmó que existe un proyecto obligatorio que es del contrato de concesión, y que por otra parte también está vigente un proyecto opcional que lo podría tomar el concesionario (nuevo proyecto). “Este proyecto de modernización se nos presentó y se está trabajando en estudiar los antecedentes, donde se considera el estudio de demanda y equilibrio económico, y en eso estamos. Una vez que se tenga esto, se podrá ver una salida técnica y jurídica para la iniciativa. Pero hasta hoy no existe modificación contractual y los plazos están suspendidos ante el evento de fuerza mayor”, precisó Ormeño.
Visión del gobierno
Desde el Gobierno Regional coinciden en la necesidad de dar un salto cualitativo hacia el desarrollo portuario para hacer de la región un ente competitivo en el escenario futuro nacional e internacional. Es así como reconocen a la actividad portuaria como vital para Coquimbo y el requerimiento de hacer crecer el área para la prestación de servicios que requieren los países vecinos ante iniciativas como el corredor bioceánico y el túnel de Agua Negra, junto a Argentina y otros países.
El intendente regional Claudio Ibáñez planteó que la transferencia histórica y proyección de carga del Puerto de Coquimbo ante los efectos de la integración con base en el año 2012 y su proyección hacia el 2030 por tipo de carga (contenedores, graneles y fraccionada), se proyecta como máximo a 2 millones de toneladas transferidas.
Esto se sustenta en el Plan Nacional de Desarrollo Portuario de la Secretaría de Planificación de Transportes (SECTRA), que proyecta procesos escalonados de transferencia en un escenario de corredor bioceánico central, que con la ampliación del plan maestro del puerto de Coquimbo, al igual que la red de cobertura de energía eléctrica (telefonía, fibra óptica, cobertura móvil, red de energía eléctrica); instalación de plataformas logísticas, ferrocarriles, aeropuerto internacional; desarrollo de componentes mineros, industriales y turísticos integrados; podrían llegar a cifras impensadas.
“Todo lo anterior se fundamenta en el estudio de IIRSA UNASUR COSIPLAN, Programa Territorial de Integración–Túnel Binacional Agua Negra; y en el estudio de la Universidad Católica del Norte. Cuando nuestra Presidenta hace alusión ante el Comité de Inversiones Extranjeras (CIEChile), la APEC y Banco Mundial sobre las entradas que como país tenemos en el Pacífico; y cuando estamos construyendo relaciones de integración y cooperación, nos sitúa en un país puente y puerto, de modo que estas ventajas comparativas nos permiten vernos como una región altamente competitiva al potenciar el desarrollo portuario”, aseguró el intendente Ibáñez.
En este escenario, la autoridad regional también precisó que las eventuales cargas que recibirá el sistema portuario de la región provendrán desde Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, con la facilidad logística de acceso a puertos, aeropuertos y una red de carreteras aledañas para permitir otras conexiones.
“Cuando tenemos un puerto que está funcionando a mitad de su capacidad producto de un tsunami, estamos restando competitividad a nuestras empresas de múltiples sectores productivos, y restringe las contrataciones. Ante ello es esencial adoptar medidas y para eso necesitamos crecer para recuperar la carga regional, y tenemos que proyectarnos y vislumbrar la inversión para nuestro puerto con una mirada de futuro. Eso fue planteado ante el Sistema de Empresas Públicas junto a los gremios, y es el camino”, enfatizó la primera autoridad regional.
Sin embargo, para el intendente, lo primero es que TPC cumpla con las inversiones comprometidas, “y otra cosa es cómo generamos las condiciones administrativas para poder ampliar el puerto a futuro. Como indiqué, hace unas semanas nos reunimos con el presidente de las empresas públicas para plantearle la problemática actual y ver caminos de solución en términos globales, en tanto que la decisión de aprobar un nuevo proyecto la deben tomar los directores de EPCO de manera oportuna, porque la actividad portuaria es transcendental para la región”, concluyó el intendente regional, Claudio Ibáñez.
Los gremios alzan la voz
La reducida capacidad portuaria de Coquimbo claramente impactó en las actividades de diversos gremios productivos de la región que no pudieron exportar sus productos por los daños que el terremoto y tsunami ocasionaron en el puerto, siendo un ícono de este problema el sector del agro, por ejemplo.
En este escenario, las asociaciones productivas hoy están respaldando el nuevo proyecto propuesto por la concesionaria Terminal Puerto Coquimbo, que traerá una serie de beneficios y agregará competitividad en el mercado para los diversos productores locales, quienes también plantearon sus argumentos al Gobierno Regional para justificar la urgente necesidad de modernizar el puerto y solicitar acciones y gestiones de llevar esto a cabo.
Osciel Velásquez, presidente de la multigremial de la Región de Coquimbo y de la Asociación de Industriales Pesqueros, fue enfático en insistir que en varias ocasiones han planteado que les interesa que el puerto de Coquimbo sea competitivo y que pueda modernizarse para recibir y cargar containers. “Hoy todas las exportaciones de las industrias y productores locales deben salir del país por los puertos de San Antonio y Valparaíso, y tenemos que estar asumiendo costos mayores que otros exportadores del país. Queremos que nuestras autoridades regionales y nacionales den su aprobación para que el puerto crezca de una vez por todas, con un proyecto potente y serio”, señaló.
En el mismo tenor y tras sostener una reunión con el intendente regional, Claudio Ibáñez, para solicitar y obtener su apoyo a la posición de los gremios ante la realidad portuaria, María Inés Figari, presidenta de Sociedad Agrícola del Norte (SAN), aseguró que “confiábamos en recibir el apoyo del intendente en este importante tema para la economía regional. Además, agradezco el respaldo de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile A.G. (ASOEX), que entregó cifras contundentes respecto a la exportación agrícola y que permiten comprender la importancia de contar con un puerto multipropósito para buques cámara y de contenedores, acorde a las necesidades del transporte marítimo a nivel mundial”, expresó.
Respaldando y argumentando también el apoyo de los gremios productores al nuevo proyecto de ampliación portuaria propuesto por TPC, Edmundo Araya, secretario general de ASOEX, precisó que “las cifras que nosotros tenemos son indicadores de la necesidad de un puerto mejor. Además, hay que pensar que para llevar los productos a los puertos de Valparaíso o San Antonio, los productores deben invertir 2,5 millones de dólares en transporte adicional, por lo que es urgente un puerto local con mejor capacidad”, concluyó.
fuente: diarioeldia.cl