Expertos aseguran que la extracción del cobre como la conocemos hoy, sólo se prolongará en un horizonte de 75 años. Ante esta realidad, es urgente salir de la extracción del mineral, capitalizar el conocimiento obtenido en minería, crear empresas con valor agregado y lograr que estos proveedores den el salto al mercado internacional.
Las iniciativas para potenciar este fin comenzaron hace unos 10 años, pero el consenso es que si bien existe un avance en la dirección correcta, este ha sido más bien lento y paulatino.
«La minería chilena está en una fase de transición, lo que según el Foro Económico Mundial, significa que debemos pasar de una fase de eficiencia en el uso y extracción del cobre a otra, de generación y gestión del conocimiento”, asegura Orlando Jiménez, director ejecutivo de Csiro Chile, Centro de Excelencia Internacional en Minería y Procesamiento de Minerales, con base en Australia, que trabaja en investigación aplicada.
Juan Cariamo, presidente de Minnovex, Asociación Gremial de empresas para la innovación y la exportación de productos y servicios intensivos en conocimiento para la minería, señala que el gran retraso que existe en la capitalización de conocimiento se debe a que “hemos sido lentos en publicar y desarrollar conceptos estructurados, pero tenemos una base sólida de conocimiento, desarrollos y soluciones para pensar que sí se puede exportar”, argumenta.
Sin embargo, añade que en último tiempo han experimentado un pequeño retroceso producto del ciclo del cobre.
“Al caer el precio del cobre, se cerraron muchos presupuestos lo que hoy repercute en proyectos de innovación. Algunos se ralentizaron, otros se cayeron y es probable que varios hayan perdido capacidades, por la fuga capital humano”, detalla.
Desde la óptica de los proveedores esto también ha sido un problema.
«El súper ciclo del cobre, paradójicamente ha afectado las innovaciones, cuando fue bueno se justificaron muchas cosas, entre ellas, las ineficiencias. Ahora existe más conciencia de que se deben tener procesos eficientes”, sostiene Petar Ostojic CEO de Neptuno Pumps, expertos en soluciones de bombeo eficientes para la minería.
Con todo, Cariamo indica que la innovación es el futuro, no hay otro camino a seguir, por lo que estos períodos son esenciales para tomar conciencia y avanzar.
Oportunidades
Jaime Rivera, gerente corporativo de Negocios e Innovación de Codelco comenta que si bien la mayor parte de soluciones efectivas vienen de proveedores de gran tamaño y extranjeros, como en tronadura, procesos, automatización y equipos mineros, en Chile existe una excelente plataforma de desarrollo tecnológico, con alta capacidad de resolver problemas de modelamiento, data mining y software. Cuyos proyectos, además, representan costos significativamente menores e impactos positivos de corto plazo para el negocio.
Por otro lado, un rasgo que puede llevar lejos a los proveedores chilenos y posicionarlos en el extranjero es su expertise y conocimientos en minería subterránea. Algo que puede convertirse en una marca país o en un sello que potenciar. Según Jiménez esto ya es palpable, porque gran parte del interés que despierta el trabajo conjunto que realizan los expertos extranjeros de Australia con Chile se basa en este tipo de extracción.
El ejecutivo indica que Australia se está moviendo hacia la minería subterránea y que, precisamente, el rasgo distintivo de los ingenieros chilenos es su dominio en esta área.
“Tal conocimiento es un activo que debe traducirse en todo tipo de tecnologías y servicios. Si desde la minería subterránea Chile se especializa en Big Data Analytics, en minería inteligente y relaves, tiene las condiciones naturales para probar la tecnologías y exportarla”, argumenta.
Por su parte Cariamo destaca que las áreas que representan un mayor desafío para los proveedores hoy y a futuro, son los relaves, el tratamiento de aguas, la fundición y refinería, a los que se suma un constante trabajo en sustentabilidad.
Los desafíos
Desde la óptica del proveedor, Petar Ostojic de Neptuno Pumps, señala que falta confianza del mercado hacia los nuevos desarrollos.
“Como proveedores hay que sacarse lustre, mostrase y dar conocer los proyectos, consciente de que se está operando en la industria minera más grande del mundo (…) Hay que romper las desconfianzas y creer que la tecnología local puede ser de menor calidad, porque no lo son”, plantea.
Desde la perspectiva empresarial, Rivera de Codelco, expresa que los proveedores “deben estar dispuestos a correr los riesgos asociados”. Una condición que en su opinión aún no internalizan del todo.
“La innovación tiene estructura de negocio de capital de riesgo y si no lo sabemos gestionar, de poco sirven las capacidades técnicas instaladas, alguien más debe tomar el papel para que exista entrenamiento efectivo y se generen las condiciones necesarias para que la innovación ocurra”, explica Rivera.
Algo en lo que Jiménez concuerda. “Empresas mineras y proveedores deben aportar e invertir, porque todos somos responsables (…) Lo peor que se puede hacer es culpar al del frente, porque el desafío es cómo contribuimos todos cuando estamos bien y cómo cuando estamos mal, como ahora”, asegura.
Enrique Molina, gerente de Innovación en Minería de Fundación Chile, recalca la importancia de avanzar en una simetría de información entre proveedores y mineras, para que ambos estén al tanto de los requerimientos de la industria y esto acelere el trabajo del sector. Esto junto con avanzar hacia la asociatividad de proveedores medianos y pequeños.
déficit de espacios de prueba ralentiza testeo de innovacionesEn abril de este año se presentó una hoja de ruta tecnológica llamada «Desde el Cobre a la Innovación. Roadmap Tecnológico 2015-2035», elaborada por Fundación Chile (FCh). Esta se enmarca en el Programa Estratégico Minería Alta Ley y considera iniciativas que van en la dirección de aumentar el número de proveedores y llegar a 250 en 2035.
Enrique Molina, gerente de Innovación en Minería de la entidad, plantea que pese a que hace varios años se intenta elevar el número de proveedores con programas anteriores, actualmente están determinando cuántos existen en total en el país. Hoy tienen a 60 identificados y estiman que, en la práctica, operan al menos el doble.
Desde el gremio, Minnovex señala que pueden ser aún más, pero que no todos están en la misma etapa de madurez para salir al mercado mundial.
La cifra estimada por Molina busca aumentar su número, por ello están en conversaciones para asegurar espacios de prueba, para que las soluciones y productos creados por emprendedores puedan ser empaquetados y testeados en faenas.
«Existe un número muy grande de empresas que llegó a la fase de validación, pero que aún están a la espera de concretar la etapa final, es decir, la validación semi industrial. Esto se debe a un déficit en los espacios de prueba, el que se quiere cubrir con una inciativa apoyada por Corfo, de la que esperamos tener resultados antes de fin de año», adelanta Molina.
Añade que en vista que la industria hoy busca soluciones en fases más avanzadas, se hace necesario concretar este nuevo programa.
fuente: df.cl