Con una proyección de ganancias por US$ 800 millones, por sobre los US$ 600 millones del año pasado, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) proyectó una mejoría en el mercado aéreo latinoamericano para 2017. A su vez, destacó el caso de Chile.
En el inicio de la 73 {+a} Asamblea General del organismo, que se desarrolla en el balneario mexicano de Cancún, el CEO del organismo, Alexandre de Juniac, afirmó que el crecimiento proyectado en la demanda de pasajeros para la región es de 7,5%, por sobre el incremento de 6,7% de la capacidad. Sin embargo, puntualizó que aún así las cifras reflejan una ganancia de apenas US$ 2,68 por pasajero.
El vicepresidente de IATA para las Américas, Peter Cerda, agregó que las proyecciones son que el mercado latinoamericano se duplicará hacia 2034, con una contribución al PIB regional que pasará de los actuales US$ 140 mil millones a US$ 322 mil millones. «Pero eso solo ocurrirá si se eliminan ciertas trabas. Lamentablemente, hay varias», sostuvo.
Entre ellas, destacó el fuerte déficit de infraestructura que muestra América Latina, con aeropuertos como el de Lima, que tienen su capacidad absolutamente sobrepasada, lo que representa un riesgo para consolidarse como un hub regional.
Otras dificultades son las excesivas regulaciones aéreas en países como Brasil, que junto con México han aplicado «regímenes de derechos para los pasajeros que son punitivos» y controles de tráfico anticuados, como en Argentina.
«Pese a todo, las aerolíneas latinoamericanas están respondiendo a estos desafíos y la región será la única que muestre mayores ganancias en relación al año pasado», afirmó De Juniac.
Por su parte, Cerda detalló que si bien América Latina tiene aerolíneas competitivas, una creciente clase media y una geografía que necesita del transporte aéreo, «con la excepción de Panamá y Chile, los gobiernos de la región no están tratando a sus compañías aéreas como socios que contribuyen al desarrollo económico y social».
Con todo, IATA ha alertado en el pasado sobre las altas tarifas aeroportuarias que se cobran en Chile, y esta no fue la excepción. Con nuevas líneas aéreas de bajo costo ingresando al mercado o con planes de hacerlo, dichos impuestos son considerados por el organismo como un freno a la entrada de este modelo de negocios, así como un desincentivo en general para la llegada de nuevos operadores.
Consultado por el caso de Chile, Cerda respondió, citando el caso de Cartagena de Indias. «El aeropuerto redujo el cobro a las líneas aéreas y el tráfico creció rápidamente con la llegada de nuevos actores», comentó.
Más allá de eso, con un Brasil saliendo lentamente de la recesión, pero que enfrenta una nueva inestabilidad política, y la crisis que se agrava en Venezuela -donde el gobierno sigue adeudando US$ 3.800 millones a las aerolíneas-, Cerda resaltó que «los ganadores en la región parecen ser Chile, Perú, Panamá y Colombia, los cuales tienen buenas proyecciones para este año».
fuente: economiaynegocios.cl