Los desafíos de la logística de carga sobredimensionada

La industria logística nacional, a través de los años, ha sabido posicionarse como un actor clave para el desarrollo de importantes proyectos asociados a distintos sectores productivos del país. Esto debido, en gran parte, a la capacidad que han tenido las empresas del sector para responder a los desafíos que los clientes les plantean, considerando las características especiales de cada proyecto.

En este contexto, se destaca el desarrollo de las empresas del sector que han asumido la administración logística de «proyectos de gran escala» o de «carga sobredimensionada y/o con sobrepeso», actividad ligada a la mayoría de los sectores económicos del país, con especial énfasis en la minería, energía e industria en general, los cuales constituyen un verdadero proyecto de ingeniería, considerando que necesitan de una exhaustiva planificación que debe considerar aspectos como estudios de ruta, factibilidad técnica, análisis de capacidades de infraestructura vial, decisión del tipo de equipo adecuado a utilizar, entre otros.

Todos estos elementos resultan esenciales al momento de diseñar un proyecto de alta complejidad, comenzando con tener claridad respecto de las características de las mercancías a trasladar, lo que determinará en gran parte las necesidades a cubrir, como el embalaje, que será responsable de proteger la mercancía durante el tránsito y, por ende, debe considerar el modo de transporte más adecuado.

Elementos clave

No obstante, en el caso de Chile aparecen otros aspectos que adquieren aún mayor importancia, como es la coordinación con los distintos organismos (públicos pertenecientes al Estado) que intervendrán en los diferentes puntos del traslado de la carga, requiriendo alguna autorización, certificación especial y/o acompañamiento.

En este sentido, podemos mencionar que para el traslado vía terrestre de cargas específicas se requiere de la coordinación con Carabineros de Chile para solicitar el servicio de escoltas policiales que apoyan este proceso, lo cual muchas veces representa un desafío extra debido a que cada vez hay una mayor cantidad de solicitudes de servicios de escoltas policiales, y existe una limitada disponibilidad de los mismo por región (con impedimento legal para aumentar), además de considerar que los procedimientos policiales son prioridad.

Otro elemento clave tiene que ver con aquellos aspectos relacionados a la factibilidad técnica y de capacidad de infraestructura vial, más aun considerando que si bien el país ha invertido en infraestructura vial, se ha dejado de lado alternativas como el ferrocarril o el cabotaje marítimo. Ambos modos de transporte no se están aprovechando para largas distancias dentro de nuestro país, como debiera ser. Esto ha derivado en que casi todo el transporte nacional se efectúe sobre las carreteras, creando así un foco de demanda elevada en instituciones como Vialidad, los que no dan abasto para atender la gran cantidad de solicitudes.

Asimismo, podemos ver que la inversión vial que ha hecho el Estado no considera el transporte de cargas de este tipo, lo cual se nota en pasarelas de baja altura que cruzan las carreteras, puentes que no se reparan hace años o el diseño de los enlaces viales que son muchas veces difíciles de transitar. Con todo eso queda a la vista que en el diseño de las licitaciones de las autopistas no se considera el constante tránsito de cargas pesadas,  sea desde los puertos hacia el interior o dentro del país.

Soluciones

Podemos entonces ver que el problema es en cierta medida político-administrativo, ya que el transporte se concentra en su gran mayoría en las carreteras, lo que se vería aliviado con una política que fomentara otros modos de transporte como el ferrocarril o el cabotaje marítimo, integrándolo inteligente y eficientemente, concentrando todos los elementos para crear conceptos y planes logísticos innovadores.

Y para avanzar hacia una industria logística que responda de mejor manera a estos desafíos, más aun considerando que la problemática es multi-variable, se requiere de soluciones tanto en materia de cambios legales y normativos que faciliten la gestión con las  escoltas policiales, con los requerimientos de vialidad, con la capacidad de las autopistas y con la especialización de las empresas que prestan los servicios.

En este último sentido, el llamado es a realizar estos servicios con empresas especializadas, con capacidad de controlar íntegramente su operación, con gestión preventiva avalada por resultados, con sistemas de respaldo y que puedan actuar en caso de contingencias en la ruta.

fuente: elmercurio.com