Shippify, el «Uber de las encomiendas», busca crecer en Chile de la mano del e-commerce

El viaje partió en Chile hace unos cuatro años. Corría 2012 y los ecuatorianos Miguel Torres y Luis Loaiza ganaban el programa Start-Up Chile y comenzaban a planear Escapes with you (EWY), una plataforma que ofrecía experiencias turísticas personalizadas.

Una de las particularidades de ese negocio era que ellos se comprometían a entregar una serie de «recuerdos» de la experiencia a sus clientes -que podían ir desde una empanada hasta un pastel tradicional- por lo que, sin quererlo, comenzaron a interiorizarse del mercado de los couriers .

Pasaron cerca de dos años y los socios se dieron cuenta de que su negocio original, el de las experiencias, no despegaba, y fue en ese momento que se comenzó a fraguar Shippify, una firma que funciona como una especie de «Uber de los despachos». «En un momento, durante un viaje mi socio Luis y yo nos dimos cuenta de que estábamos solucionando un tema de logística más que de comercio electrónico y ahí dijimos ‘¿Por qué no nos dedicamos a eso?'», recuerda Miguel Torres, instalado en Brasil, país desde el que comanda las operaciones de la compañía que ya cuenta con presencia en el gigante sudamericano, además de Ecuador, Argentina, México y Chile.

En términos simples Shippify es una plataforma que conecta a empresas de e-commerce con una red de personas dispuestas a repartir sus despachos en poco tiempo. «No somos una empresa de logística, sino que de tecnología, y lo que hacemos es conectar a una unidad verificada de microemprendedores, personas que tiene una van o un auto, gente común y corriente, con tiendas de comercio electrónico», explica el emprendedor.

Actualmente tienen cerca de 7.800 repartidores registrados, con los que han concretado 9 mil entregas. En Chile, cuentan con cerca de 500 miembros -a quienes llaman shippers – que trabajan moviendo encomiendas para empresas como Babytuto, Depto51 y The North Face, al mismo tiempo que ya trabajan para sumar a firmas como Ripley y Dafiti. «Cuando la tienda tiene el producto listo para el despacho, el sistema envía una notificación a la comunidad de entregadores y le llega a la persona que está más cerca del punto de entrega. La particularidad es que el repartidor no solo recibe una caja, sino que le entregamos una ruta, que puede considerar desde cinco a 20 entregas, que deben ser completadas en cuatro horas», dice Miguel Torres.

La firma se sustenta cobrando un 20% del costo del servicio a los repartidores.

fuente: economiaynegocios.cl