Tras ser el mayor receptor de acero chino en la región, Chile evalúa acusar a otros países

En 2015, Chile alcanzó un nuevo hito: fue el primer destino de las importaciones de acero chino en América Latina.

Esto, por las trabas que están poniendo los países de la región y los principales productores a nivel regional para evitar que las prácticas anticompetitivas del gigante asiático destruyan una industria considerada “estratégica”, tendencia a la que Chile se sumó tarde.

Sin embargo, CAP y Gerdau -las productoras del 100% del acero nacional- no se han quedado de manos cruzadas y han interpuestos recursos tanto contra China como también contra empresas que utilicen el denominado dumping.

Durante 2015, China exportó al mundo 109,6 millones de toneladas de acero, de los cuales 9,4 millones de toneladas llegaron a América Latina. En total ingresaron al país 1,312 millones de toneladas, un crecimiento de 1% en relación con 2014.

Si se analiza por países, Chile tuvo un hito histórico, ya que fue por primera vez el principal destino de las importaciones, sacándoles ventaja a países como Brasil, México y Perú.

¿La razón?

Las trabas que están poniendo los demás países de la región contra China por prácticas anticompetitivas, específicamente dumping.

“En el lado de la oferta, todo el mundo ha hecho un proceso de ajuste en que ante la menor demanda se empiezan a reducir costos, se ajusta la capacidad productiva y se acomodan a la nueva situación. Lo que ha sucedido con China es todo lo contrario, al ser empresas del Estado su preocupación por el rendimiento financiero dista mucho. De hecho la estadística que tenemos es que las empresas chinas tienen una tasa de rendimiento financiero negativo del 2% en 2015 y se estima de que trae una pérdida financiera del orden de los US$900 millones”, explicó el general director de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), Rafael Rubio.

En este marco, los países se han alineado en una estrategia contra el gigante asiático. Actualmente hay 19 acciones antidumping en proceso en América Latina, las que se concentran principalmente en Brasil, Colombia y México. Del total 12 son contra China.

Asimismo hay 52 acciones vigentes: 26 de México, 16 de Brasil, 4 de Colombia, 2 de Argentina, 2 de Perú, 2 de República Dominicana y 1 de Chile. De estas, 36 son contra el país asiático.

Esto se fundamenta con el deterioro que han experimentado las industrias siderúrgicas nacionales producto de la situación china. En el caso de Brasil, el país ha visto postergar US$2.200 millones en inversiones y el cierre de 47 líneas de producción, que conllevó al despido de cerca de 21.700 trabajadores.

En México y Perú la situación no ha sido distinta. El primero ha recortado su producción de hierro y mineras han dado por terminada sus operaciones y en Perú se han atrasado cerca de US$230 millones y se han despedido cerca del 24% de la fuerza de trabajo.

A nivel mundial sucede algo similar. Los principales productores -excluyendo Latinoamérica- suman 111 recursos contra el gigante asiático, que se desglosan en 39 en el mercado de los tubos, 37 relacionados a productos planos y 35 por productos largos.

El ataque

A finales de noviembre, la Comisión de Distorsiones, encargada de investigar la existencia de distorsiones en el precio de las mercaderías importadas, inició una investigación por eventual dumping en los precios de importación de barras de acero para hormigón a solicitud de la Compañía Siderúrgica Huachipato, filial de CAP, y Gerdau.

La denuncia se hizo tras detectarse prácticas anticompetitivas de parte la empresa mexicana Deacero. Específicamente se acusa a la empresa de dañar la producción nacional al aumentar sus importaciones con efecto de disminuir los precios domésticos, reducir los márgenes de utilidad y producir una pérdida de cuotas de mercados.

Por ellos, se solicitó la aplicación de un derecho antidumping provisional de 27,5%.

Según conocedores, estas prácticas también se habrían visto por parte de empresas turcas, pero no se interpuso un recurso contra ellas.

Esta medida se suma la investigación en el mercado del alambrón y que concluyó con una medida provisional de una sobretasa arancelaria ad valores de 37,8% para este tipo de mercancías. De esta medida se excluyó las importaciones de Canadá, México y Perú por no presentar una participación sustancial en las importaciones totales de alambrón de acero.